viernes, septiembre 16

te amé tanto que no supe en que momento la avalancha se avecinaba, te amé tanto que creí enloquecer cuando me dejaste por otra, te amé tanto que estuve dispuesta a correr contra el viento, a arrancar mis raíces. Te amé tanto que prometí nunca abandonar, tanto que me propuse hacerte feliz aunque el mundo se viniese encima. Te amé tanto que dejé pasar mentiras, engaños.. te amé tanto que me mentí a mi misma. Tanto que no me cansaba de intentarlo, de fallar, correr, llorar, gritar, volver. Te amé tanto que solté tu mano, tanto que me desgasté, que las lagrimas ahogaron al corazón, y los gritos callaron las promesas.


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